Protección contra explosiones para personas y máquinas
La protección contra explosiones tiene su origen en el sector de la minería. Hasta la segunda mitad del siglo, las mezclas de metano y aire que se generan en la extracción de carbón y que son explosivas en una proporción determinada se contrarrestaban con explosiones controladas. Pero, ¿cómo se hace ahora?
Los numerosos avances técnicos y las normativas de protección hacen innecesaria la combustión del grisú. Sin embargo, la protección contra explosiones no ha perdido importancia a pesar de ello. Al contrario, es un concepto muy extendido, no solo en la minería, sino también en otros sectores en los que se utilizan materiales explosivos, como por ejemplo, la industria química, durante la producción de petróleo crudo o gas natural y en la industria alimentaria.
Sus ventajas de un vistazo:
- Funcionamiento de sistema económico
- Breve puesta en marcha y revisión gracias al concepto modular
- Costes operativos reducidos gracias a la tecnología de conexión resistente a las vibraciones y libre de mantenimiento
- Los ajustes pueden realizarse rápidamente con el factor de forma y la versatilidad óptimos