En comparación con los sistemas convencionales y centralizados, las cadenas de bloques garantizan un grado de seguridad de los datos significativamente mayor. «La cadena de bloques genera confianza entre los socios comerciales», explica Tobias Federico, director general de la consultora, Energy Brainpool. Al mismo tiempo, entrañan, al menos potencialmente, costes de transacción mínimos. «En un mercado de la energía que cada vez es menos centralizado, se han convertido en una alternativa muy interesante», añadía Federico. Al final, las grandes centrales eléctricas actuales, que negocian con gigavatios o megavatios, no van a dominar el mercado de la energía del futuro, sino que serán otras que producirán kilovatios, o incluso simplemente vatios. «Unidades pequeñas y descentralizadas producen y consumen cantidades ínfimas de electricidad. El sistema transaccional establecido en el mercado mayorista simplemente no funciona aquí. Por contra, las cadenas de bloques serían una solución verdaderamente eficiente para estas tareas», explica Federico.